Amoladoras

Las amoladoras son herramientas eléctricas o a motor cuyas funciones son cortar, desbastar, pulir o dar forma a diversos materiales, como metal, piedra, madera o cerámica. Consisten en un motor que impulsa un disco abrasivo o de corte que gira a alta velocidad, permitiendo realizar tareas de mecanizado en diferentes superficies. 

Hay varios factores a considerar cuando compres una amoladora, cómo: 

• Tipo de amoladora: Existen dos tipos principales de amoladoras: las amoladoras angulares y las amoladoras de banco. Las amoladoras angulares son portátiles y se utilizan para trabajos de corte, desbaste y pulido en diferentes materiales. Las amoladoras de banco son más grandes y se fijan a una superficie estable, son ideales para trabajos de precisión y requieren un espacio dedicado.
• Potencia: La potencia del motor es un aspecto clave. Determina la velocidad y la capacidad de corte de la amoladora. Si planea utilizarla para trabajos intensivos o en materiales duros, es recomendable optar por una amoladora con mayor potencia.
• Tamaño del disco: Las amoladoras angulares utilizan discos de diferentes tamaños, generalmente de 4.5 pulgadas, 5 pulgadas, 7 pulgadas o 9 pulgadas. El tamaño del disco influye en la profundidad y el tipo de corte que se puede lograr. Elija el tamaño adecuado según el tipo de trabajo que realizará.
• Velocidad: La velocidad de rotación del disco se mide en revoluciones por minuto (RPM). Una amoladora con una velocidad más alta permite un corte más rápido, pero es importante que sea ajustable para adaptarse a diferentes materiales y tareas.
• Características de seguridad: Verifique que la amoladora tenga características de seguridad como un sistema de protección de disco, interruptor de seguridad, mango antideslizante y protección contra arranques accidentales. Estas características ayudan a reducir los riesgos y aumentan la seguridad durante su uso.
• Accesorios y extras: Considere qué tipo de accesorios y extras vienen incluidos con la amoladora, como discos de corte, discos de pulido, empuñaduras adicionales o estuches de transporte. Estos elementos pueden ser útiles y convenientes para su trabajo.
• Marca y calidad: Elija una amoladora de una marca confiable y reconocida en el mercado. La calidad del producto es importante para garantizar un rendimiento óptimo y una mayor durabilidad.

Para mantener tu amoladora en buen estado, lo fundamental es llevar a cabo la limpieza de la máquina de manera regular y almacenarla de manera adecuada, en un lugar limpio y seco, preferiblemente utilizando un estuche o caja. 

A la hora de utilizarla, también es importante que realices una inspección visual rápida para ver si hay daños superficiales en la máquina y sus accesorios, sobre todo el disco, ya que será necesario cambiarlo en caso de que esté muy desgastado o dañado.

Revisa el manual del fabricante, te indicará cómo ajustar y apretar los tornillos, tuercas y partes móviles, que pueden aflojarse por la vibración. Algunas amoladoras pueden requerir lubricación, en el manual te indicará las recomendaciones específicas para ello, y debes seguirlas rigurosamente. 

Por último, en caso de que notes algún problema o funcionamiento anormal, es importante acudir a un técnico especializado en vez de intentar repararlo uno mismo, tanto por mantener la garantía como por no perder la máquina durante su reparación.